Finalizada
África: Objetos y Sujetos
Un análisis antropológico de este continente enigmático a través del Arte
Descripción
Con esta exposición se pretende contribuir al conocimiento de la diversidad cultural africana como base para fomentar el respeto y la tolerancia entre pueblos de diferentes tradiciones culturales y religiosas, en un mundo empequeñecido por los medios de comunicación que acerca, cada vez más, otras formas de vida y manifestaciones artísticas. A través del objeto se intentará descubrir al sujeto.
Las creaciones materiales, de diferentes áreas geográficas y culturales, que son el reflejo de la propia evolución cultural, así como de sus preocupaciones en lo social, lo político y lo religioso, serán el vehículo para descubrir esa pluralidad cultural, sin olvidar los efectos que ha tenido el desarrollo de la educación, las misiones cristianas y la expansión del Islam, así como las nuevas tecnologías en la evolución y cambio de las culturas africanas subsaharianas.
El objeto se presenta no sólo por su valor estético, sino como documento cultural, desde una perspectiva antropológica, contextualizado en el espacio y en el tiempo, relacionándolo con las culturas, sociedades y circunstancias en las que se produce y utiliza.
La general separación aplicada en occidente a los conceptos arte/artesanía, primitivo/desarrollado, tradicional/contemporáneo plantea problemas que ponen en cuestión esas dicotomías. El carácter y sentimientos del artista se transmiten en su obra, sea tradicional o contemporánea. Ya que ambas están íntimamente ligadas a su entorno social y cultural.
La exposición se articula en un orden geográfico y cultural mediante una selección de objetos representativos de dos de las principales preocupaciones de los africanos: las creencias y los símbolos de poder.
Los símbolos de poder se encuentran relacionados con una posición de prestigio que marca y diferencia el estatus social de los miembros de la comunidad.
Estos serán utilizados tradicionalmente por los dignatarios, los jefes o personas encargadas de llevar a cabo los rituales como intermediarios entra la comunidad y la divinidad. Los bastones de mando, los tejidos, los asientos y reposacabezas sirven para marcar esas diferencias en culturas donde tradicionalmente el uso de mobiliario es un bien escaso y reservado. Esos objetos de uso de la Corte serán mostrados con motivo de ocasiones especiales, como la entronización de un rey, para demostrar y glorificar su poder divino, asegurando la continuidad de la dinastía.
En la mayoría de estos objetos de uso tradicional se desconoce a su autor pero no la cultura de la que forman parte. Aunque el trabajo de artistas individuales pueda llegar a ser reconocido, no ha habido demasiado interés hasta tiempos recientes por los escultores africanos como individuos.
Por otro lado, las obras más contemporáneas reflejan en muchos casos esas raíces culturales, creando a menudo una plástica más realista, pero que, en un aspecto u otro, también se constituyen en las marcas de identidad de un grupo. Estas obras nos ofrecen otro punto de vista donde el sujeto como individuo gana protagonismo y es reconocido como artista, expresando en sus creaciones su herencia cultural y su identidad.
La separación entre tradicional y contemporáneo pierde fuerza cuando en el mismo espacio y tiempo habitan los grupos de enmascarados junto con los artistas plásticos y visuales educados en las escuelas de arte. Por ello, es preciso recordar que la tradición no es algo estático e impermeable, sino que está sujeta al cambio social y cultural, conservando su importancia entre los artistas de los nuevos estados africanos que en sus expresiones contemporáneas muestran, cada vez con más ímpetu, otra visión de África.
La exposición se articula siguiendo un orden geográfico y cultural, estando representadas diversas culturas y países de África Oriental y Meridional, África Central, Ecuatorial, y África Occidental.
La selección tradicional muestra 137 objetos representativos de 56 grupos étnicos de 25 países, contextualizados con fotografías o retratos, tanto antiguos, como actuales, que ilustren cada una de las culturas o grupos étnicos representados en la exposición. De esta forma se vinculará directamente al objeto con el sujeto y al sujeto con el objeto. Los objetos nos transmitirán información acerca de su uso y su función, pero también del africano, del individuo y la cultura de la que forman parte.
Como contrapunto, 53 obras de los más prestigiosos artistas actuales nos ofrecen una interpretación de su realidad.
Resaltar la cuidada selección procedentes de diversas galerías y colecciones privadas europeas; así como de importantes museos en Alemania, Bélgica, Francia, Portugal, Senegal, Suiza y España, entre los que destacamos la aportación del Museo Nacional de Antropología, en Madrid; el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid y el Museo du Quai Branly, en París.
El comisariado de la muestra a corrido a cargo de Francisco de Santos y de Salvador Nadales, en la selección Contemporánea. El diseño, tanto del catálogo como de la exposición es de García Ramos. Ideas & Proyectos.
Las creaciones materiales, de diferentes áreas geográficas y culturales, que son el reflejo de la propia evolución cultural, así como de sus preocupaciones en lo social, lo político y lo religioso, serán el vehículo para descubrir esa pluralidad cultural, sin olvidar los efectos que ha tenido el desarrollo de la educación, las misiones cristianas y la expansión del Islam, así como las nuevas tecnologías en la evolución y cambio de las culturas africanas subsaharianas.
El objeto se presenta no sólo por su valor estético, sino como documento cultural, desde una perspectiva antropológica, contextualizado en el espacio y en el tiempo, relacionándolo con las culturas, sociedades y circunstancias en las que se produce y utiliza.
La general separación aplicada en occidente a los conceptos arte/artesanía, primitivo/desarrollado, tradicional/contemporáneo plantea problemas que ponen en cuestión esas dicotomías. El carácter y sentimientos del artista se transmiten en su obra, sea tradicional o contemporánea. Ya que ambas están íntimamente ligadas a su entorno social y cultural.
La exposición se articula en un orden geográfico y cultural mediante una selección de objetos representativos de dos de las principales preocupaciones de los africanos: las creencias y los símbolos de poder.
Los símbolos de poder se encuentran relacionados con una posición de prestigio que marca y diferencia el estatus social de los miembros de la comunidad.
Estos serán utilizados tradicionalmente por los dignatarios, los jefes o personas encargadas de llevar a cabo los rituales como intermediarios entra la comunidad y la divinidad. Los bastones de mando, los tejidos, los asientos y reposacabezas sirven para marcar esas diferencias en culturas donde tradicionalmente el uso de mobiliario es un bien escaso y reservado. Esos objetos de uso de la Corte serán mostrados con motivo de ocasiones especiales, como la entronización de un rey, para demostrar y glorificar su poder divino, asegurando la continuidad de la dinastía.
En la mayoría de estos objetos de uso tradicional se desconoce a su autor pero no la cultura de la que forman parte. Aunque el trabajo de artistas individuales pueda llegar a ser reconocido, no ha habido demasiado interés hasta tiempos recientes por los escultores africanos como individuos.
Por otro lado, las obras más contemporáneas reflejan en muchos casos esas raíces culturales, creando a menudo una plástica más realista, pero que, en un aspecto u otro, también se constituyen en las marcas de identidad de un grupo. Estas obras nos ofrecen otro punto de vista donde el sujeto como individuo gana protagonismo y es reconocido como artista, expresando en sus creaciones su herencia cultural y su identidad.
La separación entre tradicional y contemporáneo pierde fuerza cuando en el mismo espacio y tiempo habitan los grupos de enmascarados junto con los artistas plásticos y visuales educados en las escuelas de arte. Por ello, es preciso recordar que la tradición no es algo estático e impermeable, sino que está sujeta al cambio social y cultural, conservando su importancia entre los artistas de los nuevos estados africanos que en sus expresiones contemporáneas muestran, cada vez con más ímpetu, otra visión de África.
La exposición se articula siguiendo un orden geográfico y cultural, estando representadas diversas culturas y países de África Oriental y Meridional, África Central, Ecuatorial, y África Occidental.
La selección tradicional muestra 137 objetos representativos de 56 grupos étnicos de 25 países, contextualizados con fotografías o retratos, tanto antiguos, como actuales, que ilustren cada una de las culturas o grupos étnicos representados en la exposición. De esta forma se vinculará directamente al objeto con el sujeto y al sujeto con el objeto. Los objetos nos transmitirán información acerca de su uso y su función, pero también del africano, del individuo y la cultura de la que forman parte.
Como contrapunto, 53 obras de los más prestigiosos artistas actuales nos ofrecen una interpretación de su realidad.
Resaltar la cuidada selección procedentes de diversas galerías y colecciones privadas europeas; así como de importantes museos en Alemania, Bélgica, Francia, Portugal, Senegal, Suiza y España, entre los que destacamos la aportación del Museo Nacional de Antropología, en Madrid; el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid y el Museo du Quai Branly, en París.
El comisariado de la muestra a corrido a cargo de Francisco de Santos y de Salvador Nadales, en la selección Contemporánea. El diseño, tanto del catálogo como de la exposición es de García Ramos. Ideas & Proyectos.
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