Bailarte flamenco

Quien entienda de cante y baile conoce la obra de Pacolega, uno de los fotógrafos de flamenco más publicados, cuyas imágenes inconfundibles gozan de sello propio en el diario digital AireFlamenco.com. En pocos años, unos seis desde que empezó a dedicarse a esto “en serio”; según dice, ha desarrollado un lenguaje personal, coherente y unas imágenes que han ganado en madurez y que ahora nos ofrece el festival Flamenco Madrid 2016.

Paco va encontrando su sitio por derecho en el mundo de la fotografía profesional. Sin embargo, él ve su práctica como una de las muchas aficiones que desarrolla con mayor talento pero con la misma pasión y energía. Siempre estira su tiempo para apurar un ratito más, un vinito más, una idea más. Así es como pone en pie una vez al mes, junto con otros apasionados, el ciclo La Libre Flamenco en Leganés, un proyecto que ya es referencia de calidad en la escena flamenca madrileña, con actuaciones de artistas como Jorge Pardo, Paco del Pozo, Yeyé de Cádiz o José Luis Montón entre otros. Paco aporta la experiencia ganada, año tras año, en las noches flamencas de Campanario, Badajoz, que es su tierra, donde han pasado figuras como Mayte Martín o José Mercé. Quizá su último reto, el más difícil, sea el cante. Éste, todavía en ciernes, pide salir y afirmarse ‘palante’. No dudo que, con la complicidad de algún amigo guitarrista, lo haga en un día no muy lejano. 

De momento, vamos a disfrutar de sus fotografías. Es cierto que domina la gama cromática, sin limitarse a una paleta reducida de colores, sino sabiéndola adaptar a los temas que fotografía. Pero esto, me dirán, lo hacen también otros fotógrafos que trabajan en directo. ¿Entonces, qué es lo que hace que sus imágenes tengan un sello propio? Su interpretación, por ejemplo, del famoso bokeh, es decir, cuando aísla un sujeto principal dejando el fondo borroso. Puede elegir dar nitidez a unas gafas de Poveda en un primer plano, dejando a éste a lo lejos, totalmente desenfocado. Sabe captar el vuelo de un vestido, el desgarro de un cante, la precisión de un detalle, zapato, mantón, sombrero imposible que adquiere vida propia cubriendo la cara de una bailaora. Sabe transmitir la sensación del movimiento en el baile sin que toda la imagen quede absolutamente nítida. En esta tensión creativa entre enfoque­desenfoque es donde consigue, a mi entender, sus mejores imágenes.

Cartier­Bresson dijo que las fotografías no se toman con la cámara sino con el corazón. Pasen, miren y disfruten estas imágenes con los ojos y el corazón bien abiertos.    
Isamad